Obra inspirada en la que Domingo Martínez (Sevilla 1688-1749) pintor barroco, perteneciente a la escuela sevillana de la primera mitad del s. XVIII, conservada actualmente en la Parroquía de San Francisco de Asís de la ciudad de Soria , realizara hacia 1740.
La iconografía que presenta esta obra, muestra al niño Jesús pasionario, recostado en la columna en la que será flagelado y apoyando el rostro sobre el símbolo de su crucifixión. Sobre la frente, corona de espinas y a en cuello la soga con la que será atado, en el suelo diferentes atributos de la pasión; látigo y flagelo, con los que será fustigado. No faltan el letrero con el INRI, ni los clavos o la calavera, símbolo de la muerte sobre la que triunfará tras su resurrección.
Este tipo de obras ayuda a desdramatizar los episodios de la pasión y muerte de Cristo, presentándolos de forma mas amable. Siendo esta una iconografía introducida en Sevilla en la segunda mitad del s. XVII, cuyo mejor interprete fue Bartolomé Esteban Murillo.
La iconografía que presenta esta obra, muestra al niño Jesús pasionario, recostado en la columna en la que será flagelado y apoyando el rostro sobre el símbolo de su crucifixión. Sobre la frente, corona de espinas y a en cuello la soga con la que será atado, en el suelo diferentes atributos de la pasión; látigo y flagelo, con los que será fustigado. No faltan el letrero con el INRI, ni los clavos o la calavera, símbolo de la muerte sobre la que triunfará tras su resurrección.
Este tipo de obras ayuda a desdramatizar los episodios de la pasión y muerte de Cristo, presentándolos de forma mas amable. Siendo esta una iconografía introducida en Sevilla en la segunda mitad del s. XVII, cuyo mejor interprete fue Bartolomé Esteban Murillo.